La construcción de la identidad mexicana y el muralismo en México.

En este artículo se abordará acerca de la construcción de la identidad de lo mexicano a través del muralismo en México, para ello se tendrá como referencia el movimiento muralista mexicano desde su perspectiva de carácter intelectual, que a través del arte, es decir, de los murales, comenzó a adquirir reconocimiento no sólo en de carácter artístico sino también de carácter social y político.

Estos murales representan la diversidad de componentes estilísticos que reflejan temáticas como la revolución, la lucha de clases, al hombre indígena, entre otros temas. Entre los que destacan son David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco, Diego Rivera y Rufino Tamayo.

Otro movimiento relevante es la Juventud de los Ateneos los cuales buscaban generar un cambio en la historia cultural, que tenían como propósito erradicar la formar de ver y pensar de la cultura para que está fuera el pilar de la educación y el desarrollo en nuestro país, entre los que destacan un grupo de intelectuales como Diego Rivera, José Vasconcelos, entre otros.

Estos comienzan a crear nuevos ideales en los ámbitos de educación, arte y cultura con el fin de proveer a la educación en México de un panorama más amplio, que dará solución a los problemas causados por los ajustes sociales generados por los grandes procesos de cambio que en México se estaban generando, como la industrialización y la urbanización.

Su objetivo principal era la reafirmación de los valores culturales, éticos y estéticos en los que México y América Latina lograron emerger como una nueva realidad social y política, es decir, el objetivo del ateneo, se dio un carácter latino y nuevo a las ideas y pensamientos mexicanos.

Todas estos avances de carácter intelectual y artístico fomentaron la creación de una identidad nacional y es así es como el muralismo cumple con la función de construir una identidad nacional basadas en el pasado histórico y sus tradiciones.

"...el Tercer Mundo se descubre y se expresa a través de esa voz. Ya se sabe que no es homogéneo y que todavía se encuentran dentro de ese mundo pueblos sometidos, otros que han adquirido una falsa independencia, algunos que luchan por conquistar su soberanía y otros más, por último, que aunque han ganado la libertad plena viven bajo la amenaza de una agresión imperialista. Esas diferencias han nacido de la historia colonial, es decir, de la opresión. ... Así Europa ha fomentado las divisiones, las oposiciones, ha forjado clases y racismos, ha intentado por todos los medios provocar y aumentar la estratificación de las sociedades colonizadas. Fanon no oculta nada: para luchar contra nosotros, la antigua colonia debe luchar contra sí misma."

En el prólogo de Sartre que le hace a Fanon en su libro "Los condenados de la tierra" es importante rescatar como Europa fomentó las divisiones, oposiciones, clases y racismo, "dividir para vencer". Lo que provoca mecanismos para desaparecer al otro, es decir, deshumanizar al otro.

El otro, como el indio, se categorizo como el indio falso, en el sentido de apropiarse, de parecerse al otro en cuanto a la religión, razón, le guía, lenguajes, para construir la verdad y así poder argumentar el carácter idéntitario para la consolidación de una nueva configuración del Estado y diversificación de carácter étnico.

En este sentido de pertenecer, de apropiarse del otro, es exhalar las cualidades para la creación de una identidad, es decir, la reivindicación del otro, que implica pautas de carácter político y de poder, el otro es visto como un sujeto humillado, que debe de sufrir una metamorfosis, una transición de sus cultura, que se fundamenté desde la razón, la verdad, la cual debe ser única y estático, ya que lo diferente irrumpe y crea coas, por lo que esta transformación llevara a la armonía.

Esta visión de los vencidos ha permeado a ser reconocido por el otro, trascender el principio idéntitario, desaparecer al otro, en función de construir una identidad, en el que un todo sea homogéneo, creando nuevos paradigmas y en base de ellos se pueda construir un Estado-Nación.

En esta visión de la construcción de la identidad, los símbolos para la organización social es importante para la reivindicación del otro, que tiene una intencionalidad, es decir, los procesos de legitimación, esencialmente, legitimada por ideologías, como lo son los símbolos nacionales para la configuración del Estado-Nación, que para que este lo sea tiene que ciertos elementos como territorio, lengua, gobierno.

Para construir una identidad es imperante la construcción de nuevas categorías, el mestizo por ejemplo, es la fusión, es una asimilación, es decir, dejar de ser indio para ser un hombre bueno, un hombre civilizado, un hombre humanizado, es la raza de bronce para así ser integrado a una nueva categorización.

Desde los principios éticos, el Estado debe ser reconocido como bueno y así humanizar al salvaje, al indio y poder lograr una nueva identidad. Un ejemplo de esta transformación es donde los indios de creer en la adoración en Dioses, se trasladó a la adoración por héroes nacionales a través de los símbolos nacionales.

El concepto de mestizaje es un punto clave para construcción de la identidad, ya que hay una ruptura, se implementa el uso de la razón y genera una expectativa ficticia como nos dice Samuel Ramos en "El perfil del hombre y la cultura en México".

El perfil del hombre en México surge del sentimiento de la inferioridad, de las ficciones del indio y del colono, que posteriormente este hombre quiere imitar, quiere ser el otro, quiere parecerse al otro, este es un principio psicológista, que funge como mecanismo de este sentimiento deprimente que ha determinada lo real y lo ficticio. En cuanto a la asimilación nos dice que una forma es la de tener un idioma, una religión, los cuales determinan una cultura. Ante estas categorías México quiere poner se a la altura de la vieja civilización europea como los es Francia y E.U.

La cultura tiene que ser continúa y sosegada tiene que humanizar la realidad. Y esa así como surge un nuevo humanismo, es en donde surge la categoría del mexicano, el que ya está humanizado, civilizado, educado, sin embargo también nos dice que el México tiene las siguientes características: es real y ficticio, oculta su inferioridad, es desconfiado, tiene deseos de ser reconocido por el otro, es instintivo.

Por otro lado el indio desde el carácter de masa, es miserable, es inculta, es pasiva e indiferente, le gusta la mala vida, es explotada, se resigna; mientras que el criollo desde el carácter de la minoría, es dinámica y educada, es individualista, rebelde al orden, pasional, conservadora, dirigente y dominante.

Es así como podemos darnos cuenta que esta categoría como mexicano es ficticia ya que se le da el reconocimiento como el otro, pero no llega a ser el otro, sino que se queda limitado, se conforma con esa categoría, se le da cierto alcance pero no el necesario para consolidarse como el otro, como el educado; sino como el "mexicano" como el pelado. No obstante el ser mexicano es erradicar la inferioridad a través de la imitación, se fortalece.

Pero entonces ¿qué es lo mexicano?, ¿qué es la identidad?, ¿qué es la identidad del mexicano?, ¿a que pertenecemos?, ¿a dónde pertenecemos?, ¿tenemos que pertenecer a algo?, ¿tenemos que ser reconocido por el otro? y ¿quiénes somos?

"Los caracteres superiores de la cultura y de la naturaleza tendrán que triunfar, pero ese triunfo sólo será firme si se funda en la aceptación voluntaria de la conciencia y en la elección libre de la fantasía. Hasta la fecha, la vida ha recibido su carácter de las potencias bajas del hombre; la quinta raza será el fruto de las potencias superiores. La quinta raza no excluye, acapara vida; por eso la exclusión del yanqui como la exclusión de cualquier otro tipo humano equivaldría a una mutilación anticipada, más funesta aun que un corte posterior. Si no queremos excluir ni a las razas que pudieran ser consideradas como inferiores, mucho menos cuerdo seria apartar de nuestra empresa a una raza llena de empuje y de firmes virtudes sociales."

En el tiempo, cada vez que se replantea la identidad, nos volvemos a interrogar si los argumentos que ofrecían algunas respuestas en cierto momento, nos satisfacen ahora. A fin de cuentas, el hombre seguirá preguntándose si realmente ha alcanzado a conocerse y poseerse a sí mismo, sin embargo José Vasconcelos plantea que atraves de la educación se pueden construir identidades, con la razón y la ciencia, que se trascienda de la tradicional a la modernidad. México se encuentra en una etapa en la que tiene la necesidad de transformarse hacia la modernidad y la construcción de una identidad cultural nacional.

Vasconcelos a través de pautas legales, administrativas, institucionales e ideológicas implemento el desarrollo del arte popular y la cultura, que tuvo un gran impacto en la sociedad. La ideología como punto clave logro que el nacionalismo tuviera tal auge para afianzar una unidad nacional, mediante la enseñanza, en el carácter nacionalista, confrontar los problemas de los mexicanos para homogeneizar a todos los habitantes, es así como la cultura adquirió un carácter integrador.

Los pintores muralistas propone un arte popular en el que implica un compromiso social y ético ante la sociedad, en el cual es legitimado por el Estado al brindar apertura para dicho movimiento muralista en México. En esos instantes México necesitaba un arte que fuera capaz de conmover, impresionar a la masa, que fue el motor para la integración a una nueva configuración de Estado-Nación.

Esta perspectiva de los murales dentro del carácter institucional y del carácter idéntitario nacional, sirvió como pautas para la recuperación del pasado histórico para buscar una reconstrucción de la identidad nacional mexicana.

Algunos de estos muralistas fueron David Alfaro Siqueiros originario de Chihuahua, con solidas convicciones políticas a favor del arte público y monumental. Sus pinturas murales exaltan la vida del pueblo con influencias surrealistas y expresionistas, entre ellas se destaca “La Marcha de la Humanidad” del Poliforum Cultural Siqueiros de la Ciudad de México, que representa las luchas del hombre y la mujer a través de la historia y la búsqueda de una utopía, una mejor sociedad para todos, para Rivera lo fundamenta en sus obras era el paso indígena.

José Clemente Orozco originario de Jalisco, Uno de los más representativos es “Hombre de fuego”, el representa la imagen de la guerra y del sacrificio humano, por su parte el rechazaba toda los ideales de utopía al contrario que Siqueiros.

Diego Rivera originario de Guanajuato es considerado una de las figuras claves de la plástica mexicana del siglo XX, entre sus murales importantes se encuentran los del Palacio de las Cortes de Cuernavaca, los de Bellas Artes en la Ciudad de México, en Detroit Institute of Arts o el del Rockefeller Center de Nueva York, que es destruido antes de que lo acabe por tener un retrato de Lenin, se caracterizan por sus descripciones de todas las culturas, sus mitos y leyendas, artes y oficios, es una expresión del espíritu nacional, donde hay una mezcla del pasado y del presenté, y el mexicano es representando como luchador, trabajador, etc.

En conclusión la efectividad, la utilidad y la vigencia del muralismo en México radica en que la construcción de la identidad nacional depende de que tan resistente y que tan duradero es, y sobre todo la legitimidad que le da el pueblo a ese uso del arte, como factor integrador de la sociedad para la creación de una identidad nacional.

La reivindicación del pasado, la historia se presenta como el rescate de la historia, y es como estos pintores juegan con el discurso para fomentar una ideología de carácter integrador para consolidar una identidad de lo mexicano, aprovechándose o apropiando se de las costumbre, tradiciones, rituales, problemas de sociedad, y del cómo debe ser el mexicano, como debe de representarse lo mexicano y como es el ser mexicano.

Es por ello que el uso de símbolos en el muralismo mexicano ha utilizado para establecer una identidad nacional mexicana y una cultura dentro del carácter integrador para la configuración del Estado-Nación, en el que todos los habitantes nos sintamos parte de algo, que nos enorgullezca de pertenecer una nación legitimada por estos simbólicos nacionales en la conformación de una identidad nacional.

El pueblo, su historia, sus conflictos, sus ideas son el pilar para la inspiración de los murales en México y lo que hizo posible su surgimiento y su gloriosa aparición en la historia de México que sentó las bases para la identidad nacional mexicana.